Pie Diabético ¿Cuando acudir al podólogo?

Oct 20, 2021 | Artículos

La diabetes es una enfermedad crónica donde el páncreas no produce insulina o no la produce de manera eficaz. La insulina es una hormona que ayuda a la glucosa a entrar a las células para aportarle energía, cuando no hay insulina esta glucosa se queda en sangre produciendo hiperglucemias.

Tenemos dos tipos de diabéticos tipo I (el paciente empieza a presentar hiperglucemias antes de los 30 años de edad), tipo II (el paciente presenta hiperglucemias a partir de los 30 años de edad, suele ir asociado a otras enfermedades como obesidad…).

Las complicaciones de la hiperglucemia prolongada son muchas: producen arteriopatía, retinopatía, nefropatía, alteraciones en los nervios produciendo menor sensibilidad sobre todo en zonas distales (pies principalmente), alteraciones en la sensibilidad dolorosa y térmica entre otras…

Nosotros nos vamos a centrar en el pie diabético, y ¿Qué es el pie diabético? Pues es muy fácil es simplemente una enfermedad que se desarrolla en los pies de los pacientes diabéticos, todo diabético tiene probabilidad de desarrollar esta enfermedad, pero se da más en pacientes con hiperglucemias prolongadas en el tiempo, que presentan la hemoglobina glicosilada fuera de los valores normales durante mucho tiempo (mayor a 7%).

Esto puede derivar en úlceras, y en los casos más graves en amputaciones. En los casos en los que nos encontremos alguna herida, hematoma… etc lo recomendable sería acudir al podólogo lo antes posible para que nos valore la posible afectación y nos prescriba el tratamiento más acertado para que cicatricen cuanto antes estas lesiones.

Es importante acudir al podólogo, mínimo una vez al mes, para una revisión general de los pies en busca de posibles lesiones, o zonas con mayor probabilidad de producirse heridas, y además una vez al año debería realizarse una exploración más exhaustiva de los pies y de la sensibilidad donde mínimo habría que valorar la sensibilidad superficial (monofilamento) y profunda (diapasón). También deberían realizarse un ITB (índice tobillo-brazo) y un IDB (índice dedo-brazo) donde se valora la tensión arterial en brazo, tobillo y dedo gordo del pie para valorar la posible arteriopatía (isquemia o posible calcificación)

 

Recomendaciones para el cuidado de los pies:

  • Revisarse el pie todos los días, si hemos salido a caminar o hemos realizado alguna actividad que requiera más esfuerzo al terminar ésta también.
  • Lavado de los pies diario con jabón neutro y secado del pie a toques, nunca frotando. Muy importante secarse entre medias de los dedos, ahí se puede quedar humedad y proliferar hongos.
  • Corte de las uñas en recto, aunque lo mejor es que lo realice un profesional (podólogo).
  • Revisar el calzado a diario que no haya ningún objeto que nos pueda causar daño dentro del zapato.
  • Colocarse calcetines de materiales naturales (algodón, seda…) y que no aprieten.
  • Hidratarse los pies a diario con cremas específicas para los pies con urea (las hay específicas para pie diabético también).
  • En el caso de presentar durezas, significa que tenemos mayor presión o roce de calzado en esas zonas por  lo que habría que acudir al podólogo, mínimo una vez al mes, para retirarlas.